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| Licencia de la imagen: Dominio público. Pixabay. |
A lo largo de su vida, un docente para formarse pasa por todos los tipos de formación existentes, formación formal o tutorizada, la que llamamos "obligatoria", formación no formal y formación informal. Cada una de ellas hacen que el aprendizaje de estos sea permanente.
Considero que, en esta profesión, la formación permanente es imprescindible para el día a día, ya que ésta te permite estar al día, no sólo en contenidos y cambios metodológicos, sino en los continuos cambios e implementación de las tecnologías como arma puntera en este sector.
En mi caso, tras pasar por la formación formal de la universidad y empezar a trabajar, me di cuenta de que no estaba lo suficientemente preparada y comenzé a realizar cursos, seminarios, talleres de aprendizaje, idiomas... tanto en modalidad presencial, semipresencial y online (la mayoría de ellos). Para ello he utilizado sedes como INTEF, PNTE de Navarra, magister, UNIR, CAP´s, escuela de idiomas, etc.
Además de estos, el aprendizaje más significativo que adquiría provenía del trabajo diario y de la relación con el entorno y comunidad laboral. Esta formación informal, es sin duda la que más me enseña a estar al día de los cambios.
A un docente que quiera formarse, le recomendaría que se informase tanto de la cantidad de cursos, seminarios, etc, que ofrece cada comunidad autónoma en sus CAP´s; como de los que se ofrecen a nivel estatal. Además, le aconsejaría que participase en comunidades de aprendizaje ya que nos ayudan a aumentar los conocimientos, competencias y habilidades profesionales.


